miércoles, 13 de julio de 2011

7 - MEDIOS DE EXTINCION

Ya sabemos algunas cosas sobre el fuego, es hora de comenzar a desarrollar una clasificación de los medios que disponemos para combatirlo, teniendo presente que todos ellos se basan en los mismos principios de enfriamiento, sofocación, eliminación del combustible o interrupción de la reacción en cadena que hemos explicado en el capítulo nº2 y teniendo presente la tipología del fuego (A,B,C,D,K) desarrollada en el capítulo nº6.  Habrá muchos medios específicos que quizá se encuentren fuera de esta catalogación o que, a lo mejor, pertenezcan a varios apartados, este es un curso de iniciación y no pretendemos la precisión de un profesional, no obstante estamos dispuestos a atender a cualquier sugerencia que contribuya a mejorar este curso.
1º - Equipos móviles.
            Son aquellos medios, con mayor o menor autonomía, que cuentan con personal profesional para su manipulación, podemos poner como ejemplos los camiones de bomberos, aviones y helicópteros contra incendio o embarcaciones de extinción; si bien son ideales ante el fuego, no siempre están disponibles con la prontitud necesaria, más aún teniendo en cuenta la velocidad de propagación del fuego, que en pocos minutos pasa de conato a incendio de grandes dimensiones; por eso es tan importante que todo el mundo sepa actuar adecuadamente frente a un conato de incendio entre tanto llegan los profesionales del fuego.
2º - Equipos fijos.
            A este grupo pertenecen aquellos sistemas con los que se equipan edificios, barcos, aviones o maquinarias, que de forma automática o mediante la acción humana pretenden cubrir la eventualidad de un incendio.            Así pues dividiremos este grupo en dos.
2º,1º - Equipos manuales.
Aquellos en los que la intervención humana es fundamental para su eficacia, como ejemplo pondremos los B.I.E.s (Boca de Incendio Equipada) o los hidrantes que, mediante mangueras, suministran suficiente caudal de agua a todos los rincones de la instalación a la que protegen, los B.I.E.s además incluyen las mangueras y lanzas indispensables para su uso.    Si bien son un medio eficaz y económico para enfrentarnos a un incendio, necesitan de cierta capacitación previa; además, frente a un conato, pueden producir más daños (por la acción del agua)  que beneficios.
2º,2º - Equipos automáticos.
Aquellas instalaciones diseñadas para conectarse o desconectarse de forma automática o por activación humana, pero que luego funcionaran sin necesitar de la intervención del hombre; suelen usar como agente extintor el agua o cualquier otro almacenado en un contenedor presurizado.           Como ejemplo podemos señalar los sistemas de agua por difusores (sprinkler) que por lo general protegen edificios y barcos o los alojados en campanas de cocinas o maquinarias e instalaciones industriales; si bien su uso no supone un riesgo para el operador, incluso a menudo no dependen de su presencia, solo cubren los riesgos de zonas muy concretas y dependen de instalaciones a menudo costosas que necesitan de mantenimiento oportuno.
3º - Equipos portátiles.
            Los más conocidos de este grupo son los extintores, se componen de un mecanismo difusor y un tanque de almacenamiento del agente extintor, presurizado o dependiente de presurización de un gas almacenado en un botellín; son ideales ante conatos de fuego, pero ineficaces frente a fuegos de grandes proporciones, puesto que su eficacia depende de la capacidad de su depósito; ese es el motivo por el que debe haber extintores por todas partes, adecuados al riesgo que cubren, pues el tiempo entre la detección del fuego, localizar el extintor y regresar hasta el lugar del conato,da una ventaja fundamental al incendio, escapando del rango de eficacia del propio extintor, observa el video adjunto para que veas lo que puede pasar en tan solo 48 segundos.

En la parte positiva considerar que no suelen necesitar de conocimientos muy complejos y por tanto hablaremos de ellos con más detalle en capítulos posteriores.
4º - Otros equipos.
            Pertenecen a este grupo entre otros muy específicos, las mantas apagafuego, de tejido muy tupido difícilmente combustible; normalmente las encontraremos en las cocinas, cerca de las freidoras; son muy útiles para apagar por sofocación fuegos concentrados como los que se producen al prenderse el aceite de las sartenes; también sirven para envolver a una víctima con las ropas prendidas o usarlo como capa o pantalla protectora si debemos pasar cerca de las llamas.  Un apéndice que creo es muy conveniente aclarar, si se nos prenden las ropas, no debemos correr, esa acción oxigenará aun mas las llamas, como si las sopláramos, lo ideal es tendernos en el suelo y rodar, si fuera un compañero el afectado, deberemos extinguir las llamas con cualquier tela de fibras no sintéticas, mantel, camisa o tierra si no peligra la salud de la víctima, etc.
5º - Otros equipos no profesionales.
            No solo contamos a nuestra disposición con equipos diseñados exprofeso para la extinción de incendios, si observamos nuestro entorno con cierta imaginación seremos capaces de encontrar numerosas cosas que nos pueden servir para extinguir un conato, manteles, ramas, refresco, arena o tierra, café pueden ser perfectos para combatir un  incendio en su fase incipiente.

            Es el momento de realizar un análisis de los medios de extinción de incendio que hemos descrito.           Hay un elemento común a la mayor parte de ellos del que depende su eficacia, NOSOTROS. De nuestra intervención, capacitación y empeño dependerá en gran medida el éxito frente al fuego, por ello es tan importante nuestra preparación y sobre todo la práctica que por desgracia no podemos ofrecer desde estas líneas, pero que muchas empresas responsables ofrecen a sus trabajadores mediante talleres o simulacros y que es obligación nuestra aprovechar al máximo.           Entre todos los medios mas o menos sofisticados que podamos tener a nuestro alcance, el más económico y a su vez el más eficaz es la prevención; el mejor accidente es el que no llega a ocurrir y si ocurre, encuentra frente a él a personas prevenidas dispuestas a no permitir que pase de la fase de conato, en una gran medida es una responsabilidad nuestra; los accidentes no existen, siempre son el fruto de hacer lo que no se debía o no haber hecho lo que debía hacerse, bajo el nombre de “accidentes”  se ocultan un sinnúmero de despropósitos que han desencadenado en una fatalidad, piensa un rato en esta afirmación.

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