lunes, 18 de julio de 2011

8 - TIPOS DE EXTINTORES

Bueno; a estas alturas, ya sabemos cómo se produce el fuego, somos capaces de identificar su tipología en función de los elementos involucrados en su proceso, sabemos cómo se trasmite de un sitio a otro, sus fases, Etc.       Es decir se ha desmitificado a nuestros ojos, en gran medida ha perdido su elemento mágico y ya no es más que una reacción química previsible, fruto de la confluencia de diferentes factores, resultado que, al escapar de nuestro control catalogamos como incendio; como vemos no hay nada fortuito en ello, es la fatal consecuencia de numerosos despropósitos que podríamos haber evitado.
Una vez realizada esta afirmación fundamental  que no nos cansaremos de repetir por activa y por pasiva, pues de su asunción por el alumno depende en gran manera el éxito de este curso; también hemos visto (muy por encima) que disponemos de numerosos medios para paliar las consecuencias de los errores cometidos en la prevención del incendio, algunos muy sofisticados que escapan a nuestro alcance y otros mucho más simples de usar como son los extintores; sobre estos últimos profundizaremos un poco más en este capítulo.
Un extintor, matafuegos como se denominan en Argentina o extinguidor como se le llama erróneamente en algunos lugares de Centroamérica como derivación del vocablo inglés “extinguisher”, es un equipo portátil de extinción, que consta de un depósito relleno de un agenté extintor presurizado, un elemento difusor y una válvula que se activa de forma manual, equipo que solo es útil frente a conatos de incendio.      Un agente extintor por su parte es un compuesto químico que actúa sobre uno o más elementos del “tetraedro del fuego” neutralizándolos, dando como consecuencia la extinción del fuego.
Extintores hay de infinidad de tipos, según su destino frente a la tipología del fuego (A, B, C, D, K), pudiendo actuar frente a uno o varios tipos, también existen extintores muy específicos para situaciones muy concretas, como fuegos en centros informáticos, zonas con electrónica muy delicada, aviones, áreas con abundancia de G.L.P. u otros químicos peligrosos que reaccionan peligrosamente con otros elementos comunes (refinerías, pistas de aeropuertos, industrias químicas, etc.). Por tanto podremos encontrar equipos de agua, polvo químico polivalente, anhídrido carbónico, púrpura K, FM200, espuma, agente limpio, etc.  Todos ellos diferentes en su composición pero de similar forma de uso.
Para poderlos identificar de forma eficaz, sin tener que contar con conocimientos muy profesionales, existe la clasificación que hemos visto con anterioridad  y llevan en la superficie de su cilindro la identificación correspondiente a los fuegos para los que son más eficaces,  así tendremos extintores tipo A, B, C, D, K, AB, ABC, etc. Y por ello es tan importante poder catalogar con precisión el tipo de fuego ante el que nos enfrentamos y así elegir el extintor más adecuado.
 Por simplificar, nos vamos a ceñir a los tres tipos más comunes, los de polvo polivalente ABC, los de Anhídrido carbónico y los de espuma; el resto son básicamente similares, no obstante aconsejamos leer detenidamente las etiquetas instructivas adheridas al cilindro antes de usarlos y mejor aun antes de que lleguemos a necesitarlos alguna vez (prevenir).
1 – EXTINTORES DE POLVO QIMICO POLIVALENTE “A,B,C,”:
Son los más comunes y sirven frente a fuegos tipo A,B y C, contienen como agentes extintores más habituales nitrato amónico, compuestos de sodio o potasio presurizados con nitrógeno o anhídrido carbónico, que puede estar contenido en un botellín independiente, no son contaminantes ni peligrosos para la salud en las proporciones habituales, además no es buen conductor de la electricidad.
Viene en forma de polvo muy fino que al rociarse sobre los productos en llamas, crea una capa que dificulta el paso del oxígeno hacia los materiales combustibles por otra parte, al calentarse se descompone inhibiendo la reacción en cadena y absorbiendo el calor, puede usarse en el interior y exterior, posee el inconveniente que al ser un polvo sumamente corrosivo puede dañar los equipos delicados o los alimentos.
Poseen un manómetro que nos indica la presión del gas.

2 – EXTINTORES DE ANHIDRIDO CARBONICO:
También llamados de dióxido de carbono o CO2 presurizado; son especialmente indicados para fuegos B y C, con poca eficacia sobre fuegos tipo A; contienen anhídrido carbónico licuado que se gasifica al salir del extintor, al expandirse se enfría extremadamente por lo que hay que tener precaución con el chorro de gas.  El CO2 es un gas más pesado que el aire, por ello forma una película invisible sobre la superficie de los líquidos, dificultando el acceso del oxígeno al combustible; como el fuego necesita menos oxígeno que el ser humano, en grandes cantidades puede ser peligroso en espacios cerrados, no es buen conductor de la electricidad; al ser un gas, hay que tener presente que, en el exterior, la brisa puede apartarlo de la zona de fuego reduciendo su eficacia, es especialmente indicado para áreas de alimentos (cocinas donde los incendios más habituales son los tipos “B”), en zonas con presencia eléctrica (fuegos tipo “C”) o lugares donde haya equipos electrónicos o muy delicados, no son adecuados sobre equipos de radiología.
No llevan manómetro por lo que el estado de carga deberemos deducirlo por el peso, la manguera difusora termina en una corneta ancha que se hiela en el momento de la expulsión del gas con el riesgo de quedarnos pegada a las manos, por ello hay que sujetarla por la empuñadura de sujeción de la corneta.

3 – EXTINTORES DE ESPUMA:
Son aquellos que suelen contener un agente espumógeno y van presurizados, de forma que al salir del extintor expande unas diez veces su volumen, formando una capa de espuma acuosa que dificulta el acceso del oxígeno al combustible y enfría la zona de fuego; pueden ser conductores de la electricidad, son útiles sobre fuegos tipo A e ideales sobre fuegos tipo B, salvo en caso de hidrocarburos solubles en agua como alcoholes o acetonas, por lo que podemos encontrarlos junto a tanques de combustibles líquidos, pudiendo usarse tanto en interior como exterior.
Poseen un manómetro que nos indica la presión del gas.



miércoles, 13 de julio de 2011

7 - MEDIOS DE EXTINCION

Ya sabemos algunas cosas sobre el fuego, es hora de comenzar a desarrollar una clasificación de los medios que disponemos para combatirlo, teniendo presente que todos ellos se basan en los mismos principios de enfriamiento, sofocación, eliminación del combustible o interrupción de la reacción en cadena que hemos explicado en el capítulo nº2 y teniendo presente la tipología del fuego (A,B,C,D,K) desarrollada en el capítulo nº6.  Habrá muchos medios específicos que quizá se encuentren fuera de esta catalogación o que, a lo mejor, pertenezcan a varios apartados, este es un curso de iniciación y no pretendemos la precisión de un profesional, no obstante estamos dispuestos a atender a cualquier sugerencia que contribuya a mejorar este curso.
1º - Equipos móviles.
            Son aquellos medios, con mayor o menor autonomía, que cuentan con personal profesional para su manipulación, podemos poner como ejemplos los camiones de bomberos, aviones y helicópteros contra incendio o embarcaciones de extinción; si bien son ideales ante el fuego, no siempre están disponibles con la prontitud necesaria, más aún teniendo en cuenta la velocidad de propagación del fuego, que en pocos minutos pasa de conato a incendio de grandes dimensiones; por eso es tan importante que todo el mundo sepa actuar adecuadamente frente a un conato de incendio entre tanto llegan los profesionales del fuego.
2º - Equipos fijos.
            A este grupo pertenecen aquellos sistemas con los que se equipan edificios, barcos, aviones o maquinarias, que de forma automática o mediante la acción humana pretenden cubrir la eventualidad de un incendio.            Así pues dividiremos este grupo en dos.
2º,1º - Equipos manuales.
Aquellos en los que la intervención humana es fundamental para su eficacia, como ejemplo pondremos los B.I.E.s (Boca de Incendio Equipada) o los hidrantes que, mediante mangueras, suministran suficiente caudal de agua a todos los rincones de la instalación a la que protegen, los B.I.E.s además incluyen las mangueras y lanzas indispensables para su uso.    Si bien son un medio eficaz y económico para enfrentarnos a un incendio, necesitan de cierta capacitación previa; además, frente a un conato, pueden producir más daños (por la acción del agua)  que beneficios.
2º,2º - Equipos automáticos.
Aquellas instalaciones diseñadas para conectarse o desconectarse de forma automática o por activación humana, pero que luego funcionaran sin necesitar de la intervención del hombre; suelen usar como agente extintor el agua o cualquier otro almacenado en un contenedor presurizado.           Como ejemplo podemos señalar los sistemas de agua por difusores (sprinkler) que por lo general protegen edificios y barcos o los alojados en campanas de cocinas o maquinarias e instalaciones industriales; si bien su uso no supone un riesgo para el operador, incluso a menudo no dependen de su presencia, solo cubren los riesgos de zonas muy concretas y dependen de instalaciones a menudo costosas que necesitan de mantenimiento oportuno.
3º - Equipos portátiles.
            Los más conocidos de este grupo son los extintores, se componen de un mecanismo difusor y un tanque de almacenamiento del agente extintor, presurizado o dependiente de presurización de un gas almacenado en un botellín; son ideales ante conatos de fuego, pero ineficaces frente a fuegos de grandes proporciones, puesto que su eficacia depende de la capacidad de su depósito; ese es el motivo por el que debe haber extintores por todas partes, adecuados al riesgo que cubren, pues el tiempo entre la detección del fuego, localizar el extintor y regresar hasta el lugar del conato,da una ventaja fundamental al incendio, escapando del rango de eficacia del propio extintor, observa el video adjunto para que veas lo que puede pasar en tan solo 48 segundos.

En la parte positiva considerar que no suelen necesitar de conocimientos muy complejos y por tanto hablaremos de ellos con más detalle en capítulos posteriores.
4º - Otros equipos.
            Pertenecen a este grupo entre otros muy específicos, las mantas apagafuego, de tejido muy tupido difícilmente combustible; normalmente las encontraremos en las cocinas, cerca de las freidoras; son muy útiles para apagar por sofocación fuegos concentrados como los que se producen al prenderse el aceite de las sartenes; también sirven para envolver a una víctima con las ropas prendidas o usarlo como capa o pantalla protectora si debemos pasar cerca de las llamas.  Un apéndice que creo es muy conveniente aclarar, si se nos prenden las ropas, no debemos correr, esa acción oxigenará aun mas las llamas, como si las sopláramos, lo ideal es tendernos en el suelo y rodar, si fuera un compañero el afectado, deberemos extinguir las llamas con cualquier tela de fibras no sintéticas, mantel, camisa o tierra si no peligra la salud de la víctima, etc.
5º - Otros equipos no profesionales.
            No solo contamos a nuestra disposición con equipos diseñados exprofeso para la extinción de incendios, si observamos nuestro entorno con cierta imaginación seremos capaces de encontrar numerosas cosas que nos pueden servir para extinguir un conato, manteles, ramas, refresco, arena o tierra, café pueden ser perfectos para combatir un  incendio en su fase incipiente.

            Es el momento de realizar un análisis de los medios de extinción de incendio que hemos descrito.           Hay un elemento común a la mayor parte de ellos del que depende su eficacia, NOSOTROS. De nuestra intervención, capacitación y empeño dependerá en gran medida el éxito frente al fuego, por ello es tan importante nuestra preparación y sobre todo la práctica que por desgracia no podemos ofrecer desde estas líneas, pero que muchas empresas responsables ofrecen a sus trabajadores mediante talleres o simulacros y que es obligación nuestra aprovechar al máximo.           Entre todos los medios mas o menos sofisticados que podamos tener a nuestro alcance, el más económico y a su vez el más eficaz es la prevención; el mejor accidente es el que no llega a ocurrir y si ocurre, encuentra frente a él a personas prevenidas dispuestas a no permitir que pase de la fase de conato, en una gran medida es una responsabilidad nuestra; los accidentes no existen, siempre son el fruto de hacer lo que no se debía o no haber hecho lo que debía hacerse, bajo el nombre de “accidentes”  se ocultan un sinnúmero de despropósitos que han desencadenado en una fatalidad, piensa un rato en esta afirmación.

sábado, 7 de mayo de 2011

6 - CLASIFICACION DEL FUEGO:

A estas alturas ya somos capaces de comprender muchas cosas del fuego, ya no es un mito casi mágico y por ello podemos enfrentarlo desde el sentido común.
De todas formas debemos conocer una clasificación más que nos ayudará a catalogar el fuego potencial o efectivo frente al que nos encontramos, tomando así decisiones mas correctas.
Cuando conversamos con personas versadas en la prevención de incendios, llega a nuestras manos un escrito referente al tema o curioseamos en la etiqueta de un extintor, es casi seguro que nos encontraremos frases como “fuegos tipo A” o “extintores tipo ABC”; estas clasificaciones se refieren a los elementos involucrados en el fuego, sean los materiales combustibles o características a tener presentes a la hora de intervenir.   Aunque existe almenos otra clasificación usaremos la aconsejada por la NFPA.



Vamos a ver a que nos referimos.


FUEGOS TIPO A:
Son los más comunes, en los que el material combustible mas significativo es sólido y no tiende a cambiar de estado por el efecto del calor, por ejemplo maderas, telas, papeles. Suelen producir residuos, brasas o cenizas.



FUEGOS TIPO B:
Aquellos en los que se encuentran involucrados materiales combustibles líquidos, gaseosos o que pueden licuarse por efecto del calor, por ejemplo ceras, barnices, gasolinas, muchos plásticos,propano,etc.
A diferencia de los fuegos tipo “A” no dejan residuos significativos.
Téngase presente que los líquidos chorrean y por tanto pueden cambiar de lugar, extendiendo con ellos el fuego de un sitio a otro, caso contrario a los sólidos que permanecerán inmóviles aunque puedan trasmitir el incendio a otros materiales cercanos utilizando los métodos ya comentados anteriormente.
 



FUEGOS TIPO C:

Corresponderían a esta clasificación los fuegos en los que hay presencia eléctrica independientemente del material combustible involucrado.
 


FUEGOS TIPO D:
Fuegos muy poco comunes, corresponde a virutas de metales livianos combustibles o reactivos como el sodio, magnesio, aluminio, etc.
Estos metales arden a altas temperaturas, y exhalan suficiente oxigeno para mantener la combustión; deben manejarse con suma cautela.


FUEGOS TIPO K:
Ultimamente se ha diferenciado un nuevo tipo para aquellos fuegos que se producen en cocinas, por lo general por combustión de grasas, muy relacionados con el tipo “B”.






Y…. ¿para que me sirve esta clasificación?.
Vamos a un caso práctico, estamos en nuestra casa y en la cocina se prende una sartén, nosotros que somos muy dispuestos cogemos el jarrón de agua  de la mesa de la cocina y…… Probablemente, al realizar esta acción extenderemos el fuego por toda la cocina y seguramente acabaremos con quemaduras muy graves *observa el video de que puede pasar.

        Otro caso al subir a nuestro apartamento comprobamos que del armario de los contadores eléctricos sale una humareda muy espesa de olor muy característico, con la agilidad que nos caracteriza cogemos el balde de agua de fregar la escalera y……  Probablemente, la primera víctima seremos nosotros que moriremos por electrocución.   En todos estos casos falló la calificación adecuada del fuego y por ello escogimos un medio de extinción totalmente inadecuado pagando un caro precio por nuestro error.
                Mas adelante relacionaremos los tipos de fuego con sus correspondientes agentes extintores según su conveniencia.

lunes, 7 de marzo de 2011

5 - RESULTADOS DE LA COMBUSTION:

Los resultados de la combustión son humo, llama, calor y gases:

HUMO: Aparece por una combustión incompleta, en la que pequeñas partículas se hacen visibles, pudiendo impedir el paso de la luz. El humo puede ser también inflamable, cuando la proporción de oxígeno y calor es la adecuada. Es irritante, provoca lagrimeo, tos, estornudos, etc., y además daña el aparato respiratorio. Su color depende de los materiales que estén quemándose:
 
* Color blanco o gris pálido: indica que arde libremente.
* Negro o gris oscuro: indica normalmente fuego caliente y falta de oxígeno.
* Amarillo, rojo o violeta: generalmente indica la presencia de gases tóxicos.

LLAMA: La llama es un gas incandescente. Arderán siempre con llama los combustibles líquidos y gaseosos. Los combustibles líquidos se volatilizan, debido al calor y la elevada temperatura de la combustión, inflamándose y ardiendo como los gases. Los combustibles sólidos arderán con llama cuando se produzcan, por descomposición, suficientes compuestos volátiles, como sucede con las hullas grasas, las maderas, etc. El coque arde prácticamente sin llama, debido a la total ausencia de compuestos volátiles.
Como norma general diremos que, el fuego, en una atmósfera rica en oxígeno, es acompañado de una luminosidad llamada LLAMA, que se manifiesta como el factor destructivo de la combustión, raramente separado de ella.
 CALOR: El calor es sumamente importante ya que es el culpable de numerosos incendios. La definición más aproximada de calor es la siguiente: "es el efecto del movimiento rápido de las partículas, conocidas como moléculas, que forman la materia".
           GASES: Los gases son el producto resultante de la combustión. Pueden ser tóxicos, constituyendo uno de los factores más peligrosos de un incendio. El monóxido de carbono (CO) es un gas tóxico, incoloro, inodoro e insípido, que se produce en combustiones incompletas. Reacciona con la hemoglobina impidiendo el transporte de oxígeno a través de la sangre. Su inhalación puede ser mortal. El dióxido de carbono (CO2) es el gas típico de la combustión. No es venenoso, aunque desplaza el oxígeno del aire pudiendo producir la muerte por asfixia. Se utiliza en muchos sistemas de protección para extinguir incendios en espacios cerrados o semicerrados, debido a su capacidad de desplazar el oxígeno. El cianuro de hidrógeno (HCN) se produce como resultado de la combustión de materiales que contienen nitrógeno como la lana y las fibras sintéticas. El ácido clorhídrico (HCl) se desprende cuando se calientan algunos materiales plásticos como el PVC.
Este es el momento de ver un vídeo resumen de lo visto hasta ahora: 

4 - ETAPAS Y CLASIFICACION:


Espero que a estas alturas comprendamos lo que es el fuego, como se produce y trasmite.    En esta lección analizaremos las etapas habituales en las que se desarrolla un incendio, a veces pasa de una a otra en instantes otras puede durar hasta años en un estado concreto, en cada una de ellas deberemos actuar de forma diferente para ser eficaces.
ETAPAS DEL FUEGO:
1º - Etapa incipiente:
En esta etapa no hay llamas y muy poco humo, la temperatura desprendida es baja, por lo tanto es una combustión que puede pasar imperceptible; se generan gran cantidad de partículas invisibles que se comportan como gases que se elevan. Esta es extremadamente lenta hay un caso en el que duró años.

2º - Etapa latente:
Aún no hay llama ni calor significativo; aumenta la cantidad y grosor de las partículas hasta hacerse visibles formando lo que llamamos humo. La duración de esta etapa también es variable.

3º - Etapa de llama:
Se intensifica la etapa latente hasta alcanzar el punto de ignición, comienzan las llamas de forma casi espontánea. Baja la cantidad de humo y aumenta el calor. Su duración puede variar, pero generalmente solo dura unos segundos.

4º - Etapa de calor:
En esta etapa se genera gran cantidad de calor, llamas, humo y gases tóxicos, es lo que vulgarmente llamamos fuego.


CLASIFICACION DE LA COMBUSTION:
Aunque, a primera vista, pueda parecernos una clasificación similar a la anterior no es así.
 
COMBUSTION LENTA:

Se producen sin emisión de luz y con poca emisión de calor. Se dan en lugares con escasez de aire, combustibles muy compactos o cuando la generación de humos enrarece la atmósfera, como ocurre en sótanos y habitaciones cerradas. Son muy peligrosas, ya que en el caso de que entre aire fresco puede generarse una súbita aceleración del incendio, e incluso una explosión, el ejemplo mas claro es un cigarrillo encendido.

COMBUSTION VIVA:
Es aquella en la que se producen llamas y se desprende gran cantidad de calor.          Cualquier fuego convencional nos sirve de ejemplo, una vela.

COMBUSTION RAPIDA:
Aquella que se manifiesta a gran velocidad, por ejemplo la combustión de la gasolina.
Cuando las combustiones son muy rápidas, o instantáneas, se producen las EXPLOSIONES. Las atmósferas de polvo combustible en suspensión son potencialmente explosivas.
Cuando la velocidad de propagación del frente en llamas es menor que la velocidad del sonido (340 m/s), a la explosión se le llama DEFLAGRACION.
Cuando la velocidad de propagación del frente de llamas es mayor que la velocidad del sonido, a la explosión se le llama DETONACION.

COMBUSTION ESPONTANEA:
Aquella que se produce sin un motivo aparente. Por ejemplo unos trapos impregnados en gasolina.

domingo, 27 de febrero de 2011

3 - ESTADOS DEL COMBUSTIBLE Y TRANSMISION DEL CALOR (Curso Basico de prevención de incendios):


            Como debemos haber observado ya, la forma más sencilla de actuar frente al fuego es retirar el material o el calor del tetraedro del fuego y por ello aprenderemos un poco más sobre ambos.
            Los materiales combustibles que participan en el proceso del fuego pueden ser de tres tipos, sólidos, líquidos y gaseosos o por acción del calor cambiar de uno a otro estado, como pasaría con las ceras, pasticos o mantecas.      Esta declaración tan elemental tiene su importancia sobre todo si tenemos en cuenta que los combustibles, una vez líquidos o gaseosos se derraman con facilidad, extendiendo el fuego rápidamente, a diferencia de los sólidos que no cambiarán de lugar.
            Aparentemente siempre y cuando no haya contacto con las llamas, no debería haber trasmisión del calor y por tanto deberíamos concentrar nuestra atención solamente al área de riesgo de incendio (en caso de prevención) o al área de las llamas (en caso de extinción), si así lo hacemos cometeremos un grave error que puede costarnos muy caro, ya que el calor se trasmite de muy diferentes formas además de por contacto directo.
          1º - POR CONDUCCION:
           El calor se traspasa de un cuerpo a otro por contacto directo de ambos o por inter­medio de un medio conductor.            No todos los materiales tienen la misma capacidad de transferencia de calor. El hierro y el cobre son eficaces conductores. Los materiales fibrosos, tales como madera, algodón y papel son malos conductores. Los líquidos y los gases son deficientes conduc­tores de calor.   Si nos imaginamos un edificio donde hay un incendio en la plata baja, junto a un pilar de hierro que sujeta la estructura y en el piso superior hay botes de pinturas y disolventes apoyados en el mismo pilar, existe un riesgo muy probable de que, sin traspasar el techo entre ambos, el fuego se extienda el piso superior.
            2º - POR CONVECCION:
El calor se traspasa por un medio, gaseoso o líquido y las moléculas calientes de esta sustancia se desplazan hacia arriba cediendo el espacio a las frías que provienen de la parte superior, generando una corriente ascendente y descendente; en este caso no es el calor el que se transmite por las moléculas, si no que hay un desplazamiento de las propias moléculas del medio que llevan el calor hacia arriba.   Observando un cazo con agua hirviendo veremos un ejemplo práctico de este fenómeno.
3º - POR RADIACION:

La energía irradiada, se transmite en forma de ondas (rayos infrarrojos) atravesando espacios vacios e incluso objetos transparentes hasta encontrar una superficie opaca  donde se transforma nuevamente en calor. Un ejemplo de esto nos lo proporciona el sol cuya luz atraviesa el espacio y la atmósfera para calentar nuestra piel.
Estas son las razones por las que, en un incendio, a veces, parece que el fuego da saltos de un sitio a otro.

viernes, 25 de febrero de 2011

2 - ¿QUE ES EL FUEGO? (Curso Basico de prevención de incendios):


                Como norma general, el Fuego es el resultado de una reacción química en la que se mezclan un material combustible con el oxígeno produciendo gases, llamas y calor.
                Para que el fuego se produzca son necesarios cuatro elementos, calor, oxígeno, material combustible, todos ellos en dosis suficientes y una reacción en cadena, a esto se le denomina el tetraedro del fuego; este concepto es importante no solo a la hora de extinguir un incendio si no que nos servirá para evitarlo, ya que si no existe alguno de esos elementos en el mismo lugar difícilmente se producirá el fuego.

                Hablemos en lenguaje llano.     Tenemos un material combustible (madera), este material se calienta a una temperatura suficiente como para que sus componentes se gasifiquen y se mezclen con el oxígeno del aire a temperatura y proporción adecuadas, formando una reacción química que llamamos reacción en cadena; en este momento obtenemos fuego.              Si retiramos de este escenario el material combustible, el calor, el oxígeno o interrumpimos la reacción en cadena neutralizando químicamente esos gases liberados, el fuego se extinguirá o no llegará a producirse; en este concepto se basan todos los sistemas de extinción de incendios, actuando por enfriamiento, eliminación del combustible, sofocación o interrupción de la reacción en cadena.
      Al enfriar dificultaremos el proceso de combustión y evitaremos se gasifique el combustible, para ello, por ejemplo usaremos el agua o un extintor específico. 
               Hagamos una puntualización, si observamos el fuego, habitualmente entre la llama y el material combustible hay un espacio vacío, parece que las llamas levitan sobre el aire, ¿que quiere decir eso?, que lo que realmente arde no es el material si no el gas que este desprende al calentarse, algunos combustibles como la gasolina o alcoholes lo hacen a temperatura ambiente y por ello son especialmente peligrosos, otros necesitan un precalentamiento como el gasoil o la madera.

       Al eliminar el combustible el fuego se extinguirá por no tener nada mas que quemar, por ejemplo, cerrando una llave de gas o retirando del área todo aquello que pudiera arder.
       Al sofocarlo evitaremos que el oxígeno llegue hasta el combustible haciendo imposible la mezcla con el, por ejemplo con una tapa en una sartén con aceite en llamas o los sistemas de espuma o CO2 que al ser mas pesado que el aire se coloca entre este y el material; una aclaración, si se nos prenden las ropas jamás corramos, al correr oxigenamos las llamas (como si sopláramos), si no hay otro remedio, nos tiramos al suelo y rodamos hasta extinguirlas.
      Al interrumpir la reacción en cadena paralizaremos el proceso químico del fuego, por lo general con productos especiales, el método mas común es con el uso de un extintor específico.
                Otra observación que debemos hacer es que, puesto que la reacción que da como fruto las llamas se encuentra en la base de estas, para extinguir un incendio es allí donde debemos actuar no en la parte superior, esta es una norma básica en la extinción de incendios.

1 - ENTRANDO EN MATERIA (Curso Basico de prevención de incendios):


                Desde los primeros tiempos del hombre, quizá cuando tan siquiera podría llamarse como tal, el fuego ha generado una gran fascinación en el ser humano; por un lado el efecto luminoso, casi hipnótico de sus llamas, solo comparable con el sol; por otra parte, ser fuente de calor en las frías noches de  las glaciaciones; ser elemento protector ante las fieras, que como el mismo huían despavoridas ante sus llamaradas; incluso servir para cocinar las duras carnes de mamut y hacerlas mas digeribles o endurecer las vasijas de arcilla donde conservar los alimentos; todo ello además de un impresionante poder devastador que podía arrasar todo lo que encontrara a su paso.               Llegaba a tal punto la importancia de este elemento en la vida diaria de nuestros ancestros, que debían mantenerlo siempre encendido, pues, al no saber provocarlo, si se apagaba, debían ir a buscar nuevas fuentes originadas por rayos o volcanes, ya que su carencia aseguraba la extinción de la tribu (ver tráiler “En busca del fuego”).                     Por tanto, no es de extrañar que fuera considerado un dios, quizá el origen de todas las tradiciones religiosas y sus sacerdotes, cuya obligación era mantenerlo encendido por medio de sacrificios, ocuparan los primeros puestos de estas sociedades primigenias.
                Por fortuna, el ingenioso ser humano no cejó en su empeño hasta aprender a generarlo, fuera por frotamiento de palos o por rozamiento de piedras pero ello no supuso en absoluto un menoscabo en la admiración que provocaba, siendo considerado años después por los filósofos griegos como uno de los elementos fundamentales de todo lo que existe, fuego, tierra y agua.
                Aun hoy no somos capaces de imaginar como sería nuestra existencia sin contar con su colaboración y por ello seguimos incluyendo en nuestras rutinas la relación con el, a pesar de que algunas veces nos cobre un elevado precio en vidas y propiedades.
                Más, en lo profundo de nuestra psique sigue aterrorizándonos, baste con comprobar la reacción de las personas ante el grito de la palabra “FUEGO” siendo a menudo mas peligrosa esta reacción refleja que el propio incendio.

viernes, 4 de febrero de 2011

PREVENCION EN VIVIENDAS



Este escrito se refiere a recomendaciones a tener presentes a la hora de equipar una vivienda convencional, no es una norma infalible a aplicar según cada caso, por ello la recomendación general es asesorarse de un profesional de la prevención de incendios.

            Cada vivienda es un mundo y como tal supone diferentes riesgos a paliar o cubrir, los riesgos pueden ser estáticos (techos de cana, cocinas, instalaciones eléctricas, gas, garajes, etc.) o humanos (niños, ancianos, hobbies domésticos) y por ello debemos definir antes de nada que hay y que ocurre en nuestra casa habitualmente.

            Lo primero será educar a nuestro hijos en la prevención (gran parte de los incendios los provocan ellos), enseñarles los peligros que esconde la casa y la vida cotidiana, también les prepararemos en que hacer en caso de incendio; es terrorífico constatar que los niños menores de 8 años, a menudo se refugian en el cuarto de sus padres, en un armario, bajo de la cama o se tapan con las sábanas en vez de salir cuando hay un fuego, por ello es importante explicarles que hacer sin asustarlos.

            Otra incidencia que ocurre con cierta frecuencia es que en el desconcierto de la huida de la casa, cada cual tira para un lado diferente desconociendo si salieron todos, poniendo así en un riesgo inútil a la persona que deba entrar a buscar al faltante.

            A la vista de lo expuesto vemos que es fundamental contar con un plan familiar, que todo el mundo sepa que hay que hacer en caso de incendio, por donde hay que salir y a donde ir, quien se hará cargo de cada función y el número de teléfono de los bomberos; esta tontería inútil e improbable, dará como resultado una actuación rápida frente al fuego y evitará aprender caras lecciones de improvisación (estadísticamente, a lo largo de nuestra vida participaremos de una u otra forma al menos cuatro veces en un incendio).

A parte de contar con un “Plan de emergencia” deberemos tener presentes ciertas cuestiones de puro sentido común.

Las personas ancianas o discapacitadas se alojarán cerca de las salidas que les serán accesibles de forma de que sea relativamente sencillo proceder a su evacuación sin contar con ayuda, en cada zona de la vivienda habrá dos posibles salidas que conducirán al exterior, identificadas por los miembros de la familia.

Jamás dejaremos cerillas, encendedores, velas, combustibles, etc; al alcance de los niños evitando su acumulación.

Jamás fumemos en la cama o cuando nos sentimos soñolientos, verificar que se han apagado los cigarrillos o las cerillas antes de tirarlos, a menudo aunque parezcan apagados aun son capaces de prender un incendio al juntarlos con los papeles o plásticos de zafacón.

Tendremos especial precaución con las conexiones e instalaciones provisionales eléctricas, así como todo lo referente al gas no debemos descuidar la instalación de gas, que debe discurrir por zonas lejos de los focos de calor; dispondremos de al menos una llave de corte en el interior de la cocina a distancia suficiente de los puntos de fuego para poder accionarla sin riesgo caso de incendio, pero que no esté demasiado alejada como para que al cierre quede gran cantidad de gas acumulado dentro de la tubería entre la llave y el punto de incendio, dicha llave estará perfectamente visible y accesible.    La zona de la cocina poseerá ventilación adecuada en los niveles inferiores (10x10 Cm), a la altura del suelo evitando así la acumulación explosiva de gas; el gas propano pesa mas que al aire y se acumula en el suelo como si fuera un líquido formando una piscina en el suelo de nuestra casa a la espera de estallar.                     Es conveniente repasar periódicamente toda la instalación, desde el tanque hasta los quemadores, interviniendo ante el primer síntoma de fuga, mezcla inadecuada aire/gas o funcionamiento anómalo.

Jamás dejaremos un fuego encendido sin supervisión directa ni en la cocina, ni en el exterior, ni tan siquiera una vela, sobre todo líquidos en ebullición en la cocina que al derramarse pueden apagar el fuego produciendo un escape de gas, siempre colocaremos los mangos de sartenes y cacerolas hacia el interior de de forma que no sobresalgan del mueble.        En caso de prenderse un caldero con aceite, cubrirlo con una tapa y cerrar el mando del gas; si fuera la manguera del gas, cerrar desde el tanque. Nunca eche agua sobre fuegos en aceites y grasas o fuegos donde haya electricidad eléctricos.            Al salir de casa por un largo periodo, desconectar la electricidad y cerrar el gas.

Evitaremos quemar basuras o rastrojos del jardín, si no hay otro remedio lo haremos con suma precaución, teniendo agua suficiente antes de prender el fuego, en fuegos muy pequeños y evitando cualquier cosa combustible en las proximidades.

La vivienda contará con detectores de humo (los más comunes son iónicos) y al menos un extintor (tipo ABC de 10 Lbs.) cercano a cada riesgo perfectamente visible y accesible, los detectores se probarán una vez al mes presionando el botón de comprobación, sustituyendo la pila cada año, los extintores se recargarán después de cada uso aunque quede contenido o una vez al año si no llegó a usarse.



Donde colocar los detectores en la vivienda es una tarea en la que vale la pena entretenernos un poco pues de ello depende su eficacia y el tiempo con que nos avisarán de un siniestro y por tanto el margen de reacción que nos proporcionará. Lo primero es leer las instrucciones del fabricante para su instalación y mantenimiento.

Las zonas a cubrir por los detectores por orden de importancia son, el área de dormitorios, en las escaleras (para prever el efecto chimenea), en cada dormitorio donde se duerme con la puerta cerrada y el resto de la casa de forma que al menos haya un dispositivo por planta,  si hay habitaciones o pasillos de más de 9 mts. de largo se necesitará mas de un dispositivo.
           
Los detectores iónicos se evitarán en las zonas con excesivo polvo, vaho, o humo como baños, cocinas y garajes o a menos de 90 Cm. de las puertas de acceso a estas áreas donde se usarán de otro tipo (fotoeléctricos),



Como norma general, en techos planos, se deben colocar en el techo a una distancia no inferior a 10 Cms. de la pared lateral. Si no se puede se permite colocarlos sobre las paredes laterales, a una distancia del techo entre 10 y 30 Cms; En techos inclinados se instalarán a una distancia máxima de 90 Cms. de la cumbre del techo medida horizontalmente.

         

El detector se colocará a mas de 90 Cm. de las ventilaciones de aire acondicionado o abanicos de techo. También se evitará instalarlo cerca de tubos fluorescentes.



Existe la costumbre de fortificar las casas con rejas y cerraduras de seguridad sin tener en cuanta que los mismos medios que protegen la seguridad de nuestra vivienda pueden ser una trampa mortal.            Por ello, procuremos que las cerraduras de las puertas y accesos exteriores puedan abrirse desde el interior sin necesidad de llaves, si no es así colguemos la llave cerca de la puerta en un lugar conocido por todos o puesta en la cerradura; es mejor una buena puerta blindada con cerradura de seguridad que un sin número de puertas, cancelas, rejas y candados que retrasarán nuestra huida.            Hay un tipo de rejas para ventanas que pueden abrirse desde el interior.



Al menos en teoría ya tenemos equipada nuestra casa, es ahora cuando debemos revisarlo periódicamente para que esté siempre a punto y aprender a usar el equipo que hemos comprado, de poco sirve que hayamos gastado un dineral en sofisticados equipos si luego nadie sabe usarlos o a la hora de la verdad no funcionan (la empresa que le venda los equipos puede ayudarle con esa labor).

CONSEJOS ANTE EL FUEGO:

Avisa a los bomberos mencionando la extensión y avance del fuego, y si es posible la causa y material incendiado, señalar la dirección exacta.
Conserva la calma cuando escuches la voz de alarma, piensa y actúa.
Efectúa la evacuación de acuerdo con lo señalado anteriormente.
Si tienes ocasión cierra la válvula de gas del tanque.
Durante el incendio no abras ninguna puerta, sin antes pasar la mano por la superficie de la misma; si sientes calor o sale humo por los bordes, no la abras, busca otro camino de salida.
Cúbrete la boca y la nariz con un lienzo empapado en agua, para evitar aspirar el aire caliente o las flamas; recuerda que esto no te protege del humo y gases tóxicos.
Si hay mucho humo o éste es muy denso, gatee por el suelo para salir.

Empapa tu ropa y cuerpo con agua si vas a cruzar una barrera de fuego.
Si se incendia tu ropa rueda sobre el piso para sofocar el fuego, no correr. Impide que otra persona envuelta en llamas corra, de ser así debes derribarlo y rodarlo sobre el piso, sofocar las llamas de su cabeza primero, con agua o con un cobertor envolviéndola.

PASOS A SEGUIR AL UTILIZAR UN EXTINTOR DE INCENDIOS PORTÁTIL:

No dude, actúe, cada decisión tomará sólo dos fracciones de segundo. La previsión y planificación le ayudarán a hacerlas con seguridad y eficiencia, recuerde que la duda e indecisión son malas compañeras.

PASO 1. AVISE DEL FUEGO A LOS DEMAS PARA QUE CADA CUAL INICIE SU PARTE DEL PLAN.

Salvo que esté absolutamente seguro de controlar la situación, avise, dé la voz de alerta; si está acompañado envíe al otro a avisar.

PASO 2: DECIDA SI DEBE UTILIZAR UN EXTINTOR

Los extintores tienen sus limitaciones, la mayoría se descargan por completo en tan poco como ocho segundos.. No están diseñados para combatir incendios grandes o los que se van extendiendo. Aún en fuegos pequeños, son útiles únicamente bajo ciertas condiciones.
¿Cuan intenso es el incendio?
¿Qué cosas hay cercanas al incendio que puedan propiciar su expansión?
¿Está poniendo su vida o la de alguien en peligro?

Si el incendio pasó de su etapa incipiente, o puede bloquear su única vía de escape desaloje el lugar, avise a los bomberos y reúna a su familia.


PASO 3: HALE LA ABRAZADERA Y SAQUE EL PASADOR DE SEGURIDAD.



Si está lejano a la zona del fuego, antes de aproximarse al fuego, asegúrese de que el extintor funciona, para ello, efectúe un disparo de prueba. Con ello evitara caso de fallo, un viaje innecesario, y tendrá más tiempo para considerar otras opciones.

PASO 4: DIRIJA LA MANGA Y BOQUILLA HACIA LA BASE DEL INCENDIO.
Inclínese levemente hacia el frente para aminorar el  retroceso.



PASO 5: PRESIONE LA PALANCA SOSTENIENDO EL EXTINTOR EN POSICION VERTICAL.



PASO 6: MUEVA LENTAMENTE LA MANGA Y BOQUILLA DE DERECHA A IZQUIERDA (BARRIDO) SOBRE LA BASE DEL INCENDIO.



Cuidado cuando dirija el chorro del extintor sobre el fuego, no provoque salpicaduras de líquidos o brasas ardiendo, en otras direcciones, podría extender el fuego.
Para el caso de líquidos es muy eficaz actuar como si estuviésemos “segando” las llamas.


Nunca dé la espalda al fuego. Al acercarse al incendio hágalo en la dirección del viento (con el viento a sus espaldas) siempre y cuando no comprometa  su ruta de escape en caso de emergencia.

PASO 7: CONTINUE ACERCÁNDOSE LENTAMENTE SEGÚN SE APAGA EL INCENDIO.

PASO 8: ASEGÚRESE QUE EXTINGUIÓ EL INCENDIO. UTILICE  TODO EL  CONTENIDO DEL EXTINTOR.

PASO 9: UNA VEZ CONTROLADA LA SITUACION NO OLVIDE LLEVAR EL EXTINTOR PARA PROCEDER A SU RECARGA.

Jamas vuelva a depositar el extintor en su lugar, dejelo en medio hasta recargarlo, una vez se retirado el precinto debe ser revisado aunque no se llegara a dar uso