domingo, 27 de febrero de 2011

3 - ESTADOS DEL COMBUSTIBLE Y TRANSMISION DEL CALOR (Curso Basico de prevención de incendios):


            Como debemos haber observado ya, la forma más sencilla de actuar frente al fuego es retirar el material o el calor del tetraedro del fuego y por ello aprenderemos un poco más sobre ambos.
            Los materiales combustibles que participan en el proceso del fuego pueden ser de tres tipos, sólidos, líquidos y gaseosos o por acción del calor cambiar de uno a otro estado, como pasaría con las ceras, pasticos o mantecas.      Esta declaración tan elemental tiene su importancia sobre todo si tenemos en cuenta que los combustibles, una vez líquidos o gaseosos se derraman con facilidad, extendiendo el fuego rápidamente, a diferencia de los sólidos que no cambiarán de lugar.
            Aparentemente siempre y cuando no haya contacto con las llamas, no debería haber trasmisión del calor y por tanto deberíamos concentrar nuestra atención solamente al área de riesgo de incendio (en caso de prevención) o al área de las llamas (en caso de extinción), si así lo hacemos cometeremos un grave error que puede costarnos muy caro, ya que el calor se trasmite de muy diferentes formas además de por contacto directo.
          1º - POR CONDUCCION:
           El calor se traspasa de un cuerpo a otro por contacto directo de ambos o por inter­medio de un medio conductor.            No todos los materiales tienen la misma capacidad de transferencia de calor. El hierro y el cobre son eficaces conductores. Los materiales fibrosos, tales como madera, algodón y papel son malos conductores. Los líquidos y los gases son deficientes conduc­tores de calor.   Si nos imaginamos un edificio donde hay un incendio en la plata baja, junto a un pilar de hierro que sujeta la estructura y en el piso superior hay botes de pinturas y disolventes apoyados en el mismo pilar, existe un riesgo muy probable de que, sin traspasar el techo entre ambos, el fuego se extienda el piso superior.
            2º - POR CONVECCION:
El calor se traspasa por un medio, gaseoso o líquido y las moléculas calientes de esta sustancia se desplazan hacia arriba cediendo el espacio a las frías que provienen de la parte superior, generando una corriente ascendente y descendente; en este caso no es el calor el que se transmite por las moléculas, si no que hay un desplazamiento de las propias moléculas del medio que llevan el calor hacia arriba.   Observando un cazo con agua hirviendo veremos un ejemplo práctico de este fenómeno.
3º - POR RADIACION:

La energía irradiada, se transmite en forma de ondas (rayos infrarrojos) atravesando espacios vacios e incluso objetos transparentes hasta encontrar una superficie opaca  donde se transforma nuevamente en calor. Un ejemplo de esto nos lo proporciona el sol cuya luz atraviesa el espacio y la atmósfera para calentar nuestra piel.
Estas son las razones por las que, en un incendio, a veces, parece que el fuego da saltos de un sitio a otro.

viernes, 25 de febrero de 2011

2 - ¿QUE ES EL FUEGO? (Curso Basico de prevención de incendios):


                Como norma general, el Fuego es el resultado de una reacción química en la que se mezclan un material combustible con el oxígeno produciendo gases, llamas y calor.
                Para que el fuego se produzca son necesarios cuatro elementos, calor, oxígeno, material combustible, todos ellos en dosis suficientes y una reacción en cadena, a esto se le denomina el tetraedro del fuego; este concepto es importante no solo a la hora de extinguir un incendio si no que nos servirá para evitarlo, ya que si no existe alguno de esos elementos en el mismo lugar difícilmente se producirá el fuego.

                Hablemos en lenguaje llano.     Tenemos un material combustible (madera), este material se calienta a una temperatura suficiente como para que sus componentes se gasifiquen y se mezclen con el oxígeno del aire a temperatura y proporción adecuadas, formando una reacción química que llamamos reacción en cadena; en este momento obtenemos fuego.              Si retiramos de este escenario el material combustible, el calor, el oxígeno o interrumpimos la reacción en cadena neutralizando químicamente esos gases liberados, el fuego se extinguirá o no llegará a producirse; en este concepto se basan todos los sistemas de extinción de incendios, actuando por enfriamiento, eliminación del combustible, sofocación o interrupción de la reacción en cadena.
      Al enfriar dificultaremos el proceso de combustión y evitaremos se gasifique el combustible, para ello, por ejemplo usaremos el agua o un extintor específico. 
               Hagamos una puntualización, si observamos el fuego, habitualmente entre la llama y el material combustible hay un espacio vacío, parece que las llamas levitan sobre el aire, ¿que quiere decir eso?, que lo que realmente arde no es el material si no el gas que este desprende al calentarse, algunos combustibles como la gasolina o alcoholes lo hacen a temperatura ambiente y por ello son especialmente peligrosos, otros necesitan un precalentamiento como el gasoil o la madera.

       Al eliminar el combustible el fuego se extinguirá por no tener nada mas que quemar, por ejemplo, cerrando una llave de gas o retirando del área todo aquello que pudiera arder.
       Al sofocarlo evitaremos que el oxígeno llegue hasta el combustible haciendo imposible la mezcla con el, por ejemplo con una tapa en una sartén con aceite en llamas o los sistemas de espuma o CO2 que al ser mas pesado que el aire se coloca entre este y el material; una aclaración, si se nos prenden las ropas jamás corramos, al correr oxigenamos las llamas (como si sopláramos), si no hay otro remedio, nos tiramos al suelo y rodamos hasta extinguirlas.
      Al interrumpir la reacción en cadena paralizaremos el proceso químico del fuego, por lo general con productos especiales, el método mas común es con el uso de un extintor específico.
                Otra observación que debemos hacer es que, puesto que la reacción que da como fruto las llamas se encuentra en la base de estas, para extinguir un incendio es allí donde debemos actuar no en la parte superior, esta es una norma básica en la extinción de incendios.

1 - ENTRANDO EN MATERIA (Curso Basico de prevención de incendios):


                Desde los primeros tiempos del hombre, quizá cuando tan siquiera podría llamarse como tal, el fuego ha generado una gran fascinación en el ser humano; por un lado el efecto luminoso, casi hipnótico de sus llamas, solo comparable con el sol; por otra parte, ser fuente de calor en las frías noches de  las glaciaciones; ser elemento protector ante las fieras, que como el mismo huían despavoridas ante sus llamaradas; incluso servir para cocinar las duras carnes de mamut y hacerlas mas digeribles o endurecer las vasijas de arcilla donde conservar los alimentos; todo ello además de un impresionante poder devastador que podía arrasar todo lo que encontrara a su paso.               Llegaba a tal punto la importancia de este elemento en la vida diaria de nuestros ancestros, que debían mantenerlo siempre encendido, pues, al no saber provocarlo, si se apagaba, debían ir a buscar nuevas fuentes originadas por rayos o volcanes, ya que su carencia aseguraba la extinción de la tribu (ver tráiler “En busca del fuego”).                     Por tanto, no es de extrañar que fuera considerado un dios, quizá el origen de todas las tradiciones religiosas y sus sacerdotes, cuya obligación era mantenerlo encendido por medio de sacrificios, ocuparan los primeros puestos de estas sociedades primigenias.
                Por fortuna, el ingenioso ser humano no cejó en su empeño hasta aprender a generarlo, fuera por frotamiento de palos o por rozamiento de piedras pero ello no supuso en absoluto un menoscabo en la admiración que provocaba, siendo considerado años después por los filósofos griegos como uno de los elementos fundamentales de todo lo que existe, fuego, tierra y agua.
                Aun hoy no somos capaces de imaginar como sería nuestra existencia sin contar con su colaboración y por ello seguimos incluyendo en nuestras rutinas la relación con el, a pesar de que algunas veces nos cobre un elevado precio en vidas y propiedades.
                Más, en lo profundo de nuestra psique sigue aterrorizándonos, baste con comprobar la reacción de las personas ante el grito de la palabra “FUEGO” siendo a menudo mas peligrosa esta reacción refleja que el propio incendio.

viernes, 4 de febrero de 2011

PREVENCION EN VIVIENDAS



Este escrito se refiere a recomendaciones a tener presentes a la hora de equipar una vivienda convencional, no es una norma infalible a aplicar según cada caso, por ello la recomendación general es asesorarse de un profesional de la prevención de incendios.

            Cada vivienda es un mundo y como tal supone diferentes riesgos a paliar o cubrir, los riesgos pueden ser estáticos (techos de cana, cocinas, instalaciones eléctricas, gas, garajes, etc.) o humanos (niños, ancianos, hobbies domésticos) y por ello debemos definir antes de nada que hay y que ocurre en nuestra casa habitualmente.

            Lo primero será educar a nuestro hijos en la prevención (gran parte de los incendios los provocan ellos), enseñarles los peligros que esconde la casa y la vida cotidiana, también les prepararemos en que hacer en caso de incendio; es terrorífico constatar que los niños menores de 8 años, a menudo se refugian en el cuarto de sus padres, en un armario, bajo de la cama o se tapan con las sábanas en vez de salir cuando hay un fuego, por ello es importante explicarles que hacer sin asustarlos.

            Otra incidencia que ocurre con cierta frecuencia es que en el desconcierto de la huida de la casa, cada cual tira para un lado diferente desconociendo si salieron todos, poniendo así en un riesgo inútil a la persona que deba entrar a buscar al faltante.

            A la vista de lo expuesto vemos que es fundamental contar con un plan familiar, que todo el mundo sepa que hay que hacer en caso de incendio, por donde hay que salir y a donde ir, quien se hará cargo de cada función y el número de teléfono de los bomberos; esta tontería inútil e improbable, dará como resultado una actuación rápida frente al fuego y evitará aprender caras lecciones de improvisación (estadísticamente, a lo largo de nuestra vida participaremos de una u otra forma al menos cuatro veces en un incendio).

A parte de contar con un “Plan de emergencia” deberemos tener presentes ciertas cuestiones de puro sentido común.

Las personas ancianas o discapacitadas se alojarán cerca de las salidas que les serán accesibles de forma de que sea relativamente sencillo proceder a su evacuación sin contar con ayuda, en cada zona de la vivienda habrá dos posibles salidas que conducirán al exterior, identificadas por los miembros de la familia.

Jamás dejaremos cerillas, encendedores, velas, combustibles, etc; al alcance de los niños evitando su acumulación.

Jamás fumemos en la cama o cuando nos sentimos soñolientos, verificar que se han apagado los cigarrillos o las cerillas antes de tirarlos, a menudo aunque parezcan apagados aun son capaces de prender un incendio al juntarlos con los papeles o plásticos de zafacón.

Tendremos especial precaución con las conexiones e instalaciones provisionales eléctricas, así como todo lo referente al gas no debemos descuidar la instalación de gas, que debe discurrir por zonas lejos de los focos de calor; dispondremos de al menos una llave de corte en el interior de la cocina a distancia suficiente de los puntos de fuego para poder accionarla sin riesgo caso de incendio, pero que no esté demasiado alejada como para que al cierre quede gran cantidad de gas acumulado dentro de la tubería entre la llave y el punto de incendio, dicha llave estará perfectamente visible y accesible.    La zona de la cocina poseerá ventilación adecuada en los niveles inferiores (10x10 Cm), a la altura del suelo evitando así la acumulación explosiva de gas; el gas propano pesa mas que al aire y se acumula en el suelo como si fuera un líquido formando una piscina en el suelo de nuestra casa a la espera de estallar.                     Es conveniente repasar periódicamente toda la instalación, desde el tanque hasta los quemadores, interviniendo ante el primer síntoma de fuga, mezcla inadecuada aire/gas o funcionamiento anómalo.

Jamás dejaremos un fuego encendido sin supervisión directa ni en la cocina, ni en el exterior, ni tan siquiera una vela, sobre todo líquidos en ebullición en la cocina que al derramarse pueden apagar el fuego produciendo un escape de gas, siempre colocaremos los mangos de sartenes y cacerolas hacia el interior de de forma que no sobresalgan del mueble.        En caso de prenderse un caldero con aceite, cubrirlo con una tapa y cerrar el mando del gas; si fuera la manguera del gas, cerrar desde el tanque. Nunca eche agua sobre fuegos en aceites y grasas o fuegos donde haya electricidad eléctricos.            Al salir de casa por un largo periodo, desconectar la electricidad y cerrar el gas.

Evitaremos quemar basuras o rastrojos del jardín, si no hay otro remedio lo haremos con suma precaución, teniendo agua suficiente antes de prender el fuego, en fuegos muy pequeños y evitando cualquier cosa combustible en las proximidades.

La vivienda contará con detectores de humo (los más comunes son iónicos) y al menos un extintor (tipo ABC de 10 Lbs.) cercano a cada riesgo perfectamente visible y accesible, los detectores se probarán una vez al mes presionando el botón de comprobación, sustituyendo la pila cada año, los extintores se recargarán después de cada uso aunque quede contenido o una vez al año si no llegó a usarse.



Donde colocar los detectores en la vivienda es una tarea en la que vale la pena entretenernos un poco pues de ello depende su eficacia y el tiempo con que nos avisarán de un siniestro y por tanto el margen de reacción que nos proporcionará. Lo primero es leer las instrucciones del fabricante para su instalación y mantenimiento.

Las zonas a cubrir por los detectores por orden de importancia son, el área de dormitorios, en las escaleras (para prever el efecto chimenea), en cada dormitorio donde se duerme con la puerta cerrada y el resto de la casa de forma que al menos haya un dispositivo por planta,  si hay habitaciones o pasillos de más de 9 mts. de largo se necesitará mas de un dispositivo.
           
Los detectores iónicos se evitarán en las zonas con excesivo polvo, vaho, o humo como baños, cocinas y garajes o a menos de 90 Cm. de las puertas de acceso a estas áreas donde se usarán de otro tipo (fotoeléctricos),



Como norma general, en techos planos, se deben colocar en el techo a una distancia no inferior a 10 Cms. de la pared lateral. Si no se puede se permite colocarlos sobre las paredes laterales, a una distancia del techo entre 10 y 30 Cms; En techos inclinados se instalarán a una distancia máxima de 90 Cms. de la cumbre del techo medida horizontalmente.

         

El detector se colocará a mas de 90 Cm. de las ventilaciones de aire acondicionado o abanicos de techo. También se evitará instalarlo cerca de tubos fluorescentes.



Existe la costumbre de fortificar las casas con rejas y cerraduras de seguridad sin tener en cuanta que los mismos medios que protegen la seguridad de nuestra vivienda pueden ser una trampa mortal.            Por ello, procuremos que las cerraduras de las puertas y accesos exteriores puedan abrirse desde el interior sin necesidad de llaves, si no es así colguemos la llave cerca de la puerta en un lugar conocido por todos o puesta en la cerradura; es mejor una buena puerta blindada con cerradura de seguridad que un sin número de puertas, cancelas, rejas y candados que retrasarán nuestra huida.            Hay un tipo de rejas para ventanas que pueden abrirse desde el interior.



Al menos en teoría ya tenemos equipada nuestra casa, es ahora cuando debemos revisarlo periódicamente para que esté siempre a punto y aprender a usar el equipo que hemos comprado, de poco sirve que hayamos gastado un dineral en sofisticados equipos si luego nadie sabe usarlos o a la hora de la verdad no funcionan (la empresa que le venda los equipos puede ayudarle con esa labor).

CONSEJOS ANTE EL FUEGO:

Avisa a los bomberos mencionando la extensión y avance del fuego, y si es posible la causa y material incendiado, señalar la dirección exacta.
Conserva la calma cuando escuches la voz de alarma, piensa y actúa.
Efectúa la evacuación de acuerdo con lo señalado anteriormente.
Si tienes ocasión cierra la válvula de gas del tanque.
Durante el incendio no abras ninguna puerta, sin antes pasar la mano por la superficie de la misma; si sientes calor o sale humo por los bordes, no la abras, busca otro camino de salida.
Cúbrete la boca y la nariz con un lienzo empapado en agua, para evitar aspirar el aire caliente o las flamas; recuerda que esto no te protege del humo y gases tóxicos.
Si hay mucho humo o éste es muy denso, gatee por el suelo para salir.

Empapa tu ropa y cuerpo con agua si vas a cruzar una barrera de fuego.
Si se incendia tu ropa rueda sobre el piso para sofocar el fuego, no correr. Impide que otra persona envuelta en llamas corra, de ser así debes derribarlo y rodarlo sobre el piso, sofocar las llamas de su cabeza primero, con agua o con un cobertor envolviéndola.

PASOS A SEGUIR AL UTILIZAR UN EXTINTOR DE INCENDIOS PORTÁTIL:

No dude, actúe, cada decisión tomará sólo dos fracciones de segundo. La previsión y planificación le ayudarán a hacerlas con seguridad y eficiencia, recuerde que la duda e indecisión son malas compañeras.

PASO 1. AVISE DEL FUEGO A LOS DEMAS PARA QUE CADA CUAL INICIE SU PARTE DEL PLAN.

Salvo que esté absolutamente seguro de controlar la situación, avise, dé la voz de alerta; si está acompañado envíe al otro a avisar.

PASO 2: DECIDA SI DEBE UTILIZAR UN EXTINTOR

Los extintores tienen sus limitaciones, la mayoría se descargan por completo en tan poco como ocho segundos.. No están diseñados para combatir incendios grandes o los que se van extendiendo. Aún en fuegos pequeños, son útiles únicamente bajo ciertas condiciones.
¿Cuan intenso es el incendio?
¿Qué cosas hay cercanas al incendio que puedan propiciar su expansión?
¿Está poniendo su vida o la de alguien en peligro?

Si el incendio pasó de su etapa incipiente, o puede bloquear su única vía de escape desaloje el lugar, avise a los bomberos y reúna a su familia.


PASO 3: HALE LA ABRAZADERA Y SAQUE EL PASADOR DE SEGURIDAD.



Si está lejano a la zona del fuego, antes de aproximarse al fuego, asegúrese de que el extintor funciona, para ello, efectúe un disparo de prueba. Con ello evitara caso de fallo, un viaje innecesario, y tendrá más tiempo para considerar otras opciones.

PASO 4: DIRIJA LA MANGA Y BOQUILLA HACIA LA BASE DEL INCENDIO.
Inclínese levemente hacia el frente para aminorar el  retroceso.



PASO 5: PRESIONE LA PALANCA SOSTENIENDO EL EXTINTOR EN POSICION VERTICAL.



PASO 6: MUEVA LENTAMENTE LA MANGA Y BOQUILLA DE DERECHA A IZQUIERDA (BARRIDO) SOBRE LA BASE DEL INCENDIO.



Cuidado cuando dirija el chorro del extintor sobre el fuego, no provoque salpicaduras de líquidos o brasas ardiendo, en otras direcciones, podría extender el fuego.
Para el caso de líquidos es muy eficaz actuar como si estuviésemos “segando” las llamas.


Nunca dé la espalda al fuego. Al acercarse al incendio hágalo en la dirección del viento (con el viento a sus espaldas) siempre y cuando no comprometa  su ruta de escape en caso de emergencia.

PASO 7: CONTINUE ACERCÁNDOSE LENTAMENTE SEGÚN SE APAGA EL INCENDIO.

PASO 8: ASEGÚRESE QUE EXTINGUIÓ EL INCENDIO. UTILICE  TODO EL  CONTENIDO DEL EXTINTOR.

PASO 9: UNA VEZ CONTROLADA LA SITUACION NO OLVIDE LLEVAR EL EXTINTOR PARA PROCEDER A SU RECARGA.

Jamas vuelva a depositar el extintor en su lugar, dejelo en medio hasta recargarlo, una vez se retirado el precinto debe ser revisado aunque no se llegara a dar uso

martes, 1 de febrero de 2011

PREVENCION EN RESTAURANTES



Este escrito se refiere a recomendaciones a tener presentes a la hora de equipar un restaurante convencional, no es una norma infalible a aplicar según cada caso, por ello la recomendación general es asesorarse de un profesional de la prevención de incendios.
 Al tratar de la prevención de incendios en los restaurantes debemos identificar “al menos” dos áreas perfectamente delimitadas, el comedor y la cocina; para el resto, áreas de tanques de gas, cuadros eléctricos, etc. Procederemos de forma específica.

COMEDOR:
En esta zona el principal riesgo y lo principal a proteger es el cliente, por ello tendremos nuestra preocupación en la evacuación, para apartar rápidamente posibles víctimas y los molestos  colaboradores espontáneos que suelen ser más un estorbo que una ayuda.
          Lo más importante es pues la ruta de evacuación; salvo que el local tenga menos de 50 m2 y que tenga una salida perfectamente visible, tendremos previsto al menos dos caminos de salida lo mas diferentes posibles partiendo del comedor hasta el exterior.  Esto no solo se refiere a puertas de salida, habrá que tenerlo en cuenta a la hora de colocar las mesas de forma de que no haya ningún obstáculo desde cualquier punto del comedor hasta el exterior, jamás almacenaremos nada en esos pasillos que no serán tortuosos, tendrán un mínimo de  un metro veinte de anchura en todo el recorrido y sin escalones para facilitar la maniobra y salida de personas discapacitadas.  Las puertas de estas rutas se abrirán en sentido de la marcha para evitar agolpamientos tras ellas en caso de evacuación que imposibilitarían su apertura (en muchos siniestros fatales hubo víctimas aplastadas contra esas puertas taponando las salidas), jamás equiparemos estas puertas con cerraduras o candados que no se puedan abrir desde el interior sin llave y a ser posible las dotaremos con barras antipático que abren la puerta por simple presión (no son tan caras).

  
Estas puertas, se señalizarán desde el interior con carteles fotoluminiscentes o luminosos autónomos según el caso.


Una vez claro por donde evacuar el recinto, deberemos contar con suficiente iluminación de emergencia autónoma como para poder evacuar sin riesgos y señalización en aquellos puntos donde se puedan suscitar dudas de la dirección a seguir, esta señalización se colgará a unos  dos metros del suelo.

   
            Así conseguiremos una manobra de evacuación rápida y segura desde el comedor hasta la calle.
Ya tenemos prevista la evacuación procedamos ahora con los equipos de primera intervención.            El fuego habitual en los comedores es de materiales sólidos (cortinas, manteles, mesas) por lo que usaremos extintores de ABC de unas 10 Lbs. (desaconsejamos los equipos de CO2 en las terrazas por ser ineficaz por la brisa e indicado para fuegos de líquidos o con presencia eléctrica) de forma que estén siempre visibles y accesibles desde todo el restaurante y nunca haya que recorrer mas de 20 metros desde cualquier punto para alcanzarlo, por lo general se colocan cerca de los accesos al comedor de forma que el manómetro de presión quede a la altura de los ojos (1,70 m), caso de que no esté visible el equipo desde algún ángulo se señalizará.


El hecho de que haya un puesto de manguera no sustituye en absoluto al extintor, estos equipos sirven para evitar que el fuego pase de la catalogación de conato, por ello es fundamental reducir a su mínima expresión  el tiempo entre la aparición del fuego y nuestra reacción, la manguera, sin embargo, sirve para combatir un incendio ya declarado, cuando el extintor ya no es eficaz.
En el caso de poseer un show-cooking tendremos un extintor de CO2 de 10 Lbs. y una manta apagafuegos si hubiera freidoras o sartenes.

COCINAS:
Obviamente en las cocinas se conjugan la mayoría de los riesgos de incendio del establecimiento, por ello debemos ser mucho más escrupulosos a la hora de la prevención en estas áreas, teniendo en cuenta diversas recomendaciones.
1º - No debemos descuidar la instalación de gas, que debe discurrir por zonas lejos de los focos de calor; dispondremos de al menos una llave de corte en el interior de la cocina a distancia suficiente de los puntos de fuego para poder accionarla sin riesgo caso de incendio, pero que no esté demasiado alejada como para que al cierre quede gran cantidad de gas acumulado dentro de la tubería entre la llave y el punto de incendio, dicha llave estará perfectamente visible, identificada y localizada por el personal de cocina, Las tuberías estarán identificadas (por lo general de amarillo).      La zona de la cocina poseerá ventilación adecuada en los niveles inferiores, a la altura del suelo evitando así la acumulación explosiva de gas.               Es conveniente repasar periódicamente toda la instalación, desde el tanque hasta los quemadores, interviniendo ante el primer síntoma de fuga, mezcla inadecuada aire/gas o funcionamiento anómalo.
            2ª - Desgraciadamente, el personal de cocina, no siempre es consciente de los peligros con los que trabaja, haciendo de la rutina su principal traidor, a menudo dejan los pilotos de los fuegos encendidos evitando así tener que encender los fogones al día siguiente, por ello, debe mantener la rutina de cerrar las llaves generales de gas al cerrar el restaurante.           
            Las campanas de extracción son otro de los habituales enemigos potenciales de la seguridad es aquí donde la limpieza se lleva de la mano con la prevención de incendios, es habitual limpiar escrupulosamente las campanas de extracción de humos, por desgracia, no siempre se mantiene esta costumbre con el resto de la conducción de humos limitando la higiene a lo visible.   Las grasas acumuladas en el interior de las tuberías, por el efecto del calor tienden a licuarse haciéndose así fácilmente combustibles ante cualquier detonante (por ejemplo una sartén prendida) proporcionando una ruta idónea al incendio por encima de los sistemas automáticos de extinción; el personal de limpieza o empresas especializadas deberán limpiar periódicamente estos ductos.
            Al igual que en el resto del restaurante prestaremos atención a las centralizaciones eléctricas, cuadros, conexiones, empalmes etc. La presencia de electricidad y agua aconseja la colocación de diferenciales y tomas de tierra.
            Por lo general, el descuido, desidia y desorden de una cocina suelen ser el requisito previo a cualquier accidente, tanto de incendio, laboral, como sanitario.
3º - La cocina contará con señalización de evacuación, carteles de no fumar y riesgo eléctrico donde lo haya.

   
   Dispondrá además de iluminación de emergencia suficiente que garantice las operaciones de apagado de equipos y evacuación tal como se explicó antes.
4ª - El personal de la cocina se abstendrá de vestir indumentaria especialmente combustible (por ejemplo fibras sintéticas, plásticos o poliéster).
5º - Evitaremos la acumulación de productos que produzcan gases inflamables, alcoholes, limpiadores, aerosoles que se almacenarán en habitaciones frescas, ventiladas lejos de contactos eléctricos o llamas.

MEDIOS DE EXTINCION DE INCENDIO EN COCINAS:
            Como mencionamos habitualmente, la prevención es el primer y mas eficaz sistema contra incendio, por ello debemos tener “ojo avizor” en minimizar los riesgos.    La capacitación y concienciación del personal del área es la siguiente herramienta con la que contaremos, tras el van los equipos de extinción mas o menos adecuados según la tipología del incendio.
            Los sistemas automáticos, tanto de “CO2”, sistema “K” o similares, son muy aconsejables y ofrecen una solución en el área de cocción rociando elementos inocuos para el consumo humano sobre las llamas, habitualmente se complementan con un mecanismo de corte de gas y disparan por sobretemperatura o acción manual.


            Las Mantas Apagafuego son especialmente útiles en las cocinas además de económicas, extendidas sobre focos concentrados de fuego (por ejemplo sartenes en llamas) lo extinguen por asfixia, son muy prácticas para envolver personas en llamas, deben por tanto estar accesibles y cerca de los fogones.
            Los extintores portátiles, contienen a su vez CO2, agentes limpios o similares inocuos para el consumo humano deben hallarse lejos de las zonas de excesivo calor, accesibles y próximos a los fogones, Jamás utilizaremos polvos  polivalentes ABC o similares, puesto que no son aptos para el consumo humano y deberíamos tirar todos los alimentos expuestos y limpiar escrupulosamente toda el área; descartamos a su vez el uso de agua salvo ocasiones muy concretas, pues corremos el riesgo de extender más aun el fuego si este involucra combustibles líquidos (por ejemplo grasas o aceites) de todas formas tendremos presente cortar la electricidad si fuere el caso para evitar accidentes de electrocución, por ello señalizaremos de un color diferente el interruptor general de la zona informando a todo el personal de su ubicación así como de las llaves de corte de gas.
Al menos en teoría ya tenemos equipado nuestro restaurante, es ahora cuando debemos hacer un inventario de todo lo que tenemos y revisarlo periódicamente para que esté siempre a punto y capacitar a nuestro personal para que sepa usarlo correctamente, de poco sirve que hayamos gastado un dineral en sofisticados equipos si luego nadie sabe usarlos o a la hora de la verdad no funcionan (la empresa que le venda los equipos puede ayudarle con esa labor).

PREVENCION EN COCINAS INDUSTRIALES


 Obviamente en las cocinas se conjugan la mayoría de los riesgos de incendio del hotel por ello debemos ser mucho más escrupulosos a la hora de la prevención en estas áreas, teniendo en cuenta diversas recomendaciones.

1º - No debemos descuidar la instalación de gas, que debe discurrir por zonas lejos de los focos de calor; dispondremos de al menos una llave de corte en el interior de la cocina a distancia suficiente de los puntos de fuego para poder accionarla sin riesgo caso de incendio, pero que no esté demasiado alejada como para que al cierre quede gran cantidad de gas acumulado dentro de la tubería entre la llave y el conato de incendio, dicha llave estará perfectamente visible, identificada y localizada por el personal de cocina, seguridad y mantenimiento, figurando además su localización en los planos adjuntos al Plan de Emergencia     Las tuberías estarán identificadas (por lo general de amarillo.    La zona de la cocina poseerá ventilación adecuada en los niveles inferiores, a la altura del suelo evitando así la acumulación explosiva de gas.    Es conveniente colocar detectores de gas que corten automáticamente el flujo de combustible ante un escape; mantenimiento incluirá en su calendario repasar periódicamente toda la instalación, desde el tanque hasta los quemadores, interviniendo ante el primer síntoma de fuga, mezcla inadecuada aire/gas o funcionamiento anómalo.

            2ª - Desgraciadamente, el personal de cocina, no siempre es consciente de los peligros con los que trabaja, haciendo de la rutina su principal traidor, a menudo dejan los pilotos de los fuegos encendidos evitando así tener que encender los fogones al día siguiente, por ello, seguridad, debe mantener en sus protocolos de cada noche la rutina de cerrar las llaves generales de gas.   

            Las campanas de extracción son otro de los habituales enemigos potenciales de la seguridad es aquí donde la limpieza se lleva de la mano con la prevención de incendios, es habitual limpiar escrupulosamente las campanas de extracción de humos, por desgracia, no siempre se mantiene esta costumbre con el resto de la conducción de humos limitando la higiene a lo visible.   Las grasas acumuladas en el interior de las tuberías, por el efecto del calor tienden a licuarse haciéndose así fácilmente combustibles ante cualquier detonante (por ejemplo una sartén prendida) proporcionando una ruta idónea al incendio por encima de los sistemas automáticos de extinción; el personal de limpieza o empresas especializadas deberán limpiar periódicamente estos ductos.

            Al igual que en el resto del hotel prestaremos atención a las centralizaciones eléctricas, cuadros, conexiones, empalmes etc. La presencia de electricidad y agua aconseja la colocación de diferenciales y tomas de tierra.

            Por lo general, el descuido, desidia y desorden de una cocina suelen ser el requisito previo a cualquier accidente, tanto de incendio, laboral, como sanitario.

3º - La cocina contará con señalización de evacuación de ser necesaria, carteles de no fumar y riesgo eléctrico donde lo haya.    Dispondrá además de iluminación de emergencia suficiente que garantice las operaciones de apagado de equipos y evacuación.

4º - Al ser una dependencia especialmente peligrosa y estar desatendida en diferentes periodos del día, es aconsejable la colocación de detectores adecuados conectados a una central de alarma.

5º - Las puertas serán fácilmente practicables abriéndose en sentido de la marcha de evacuación, se evitará la colocación de obstáculos en estas rutas que figuraran en los planos adjuntos al Plan de Emergencia (al menos dos).

6ª - El personal de la cocina se abstendrá de vestir indumentaria especialmente combustible (por ejemplo fibras sintéticas, plásticos o poliéster).

7º - Evitaremos la acumulación de productos que produzcan gases inflamables, alcoholes, limpiadores, aerosoles que se almacenarán en habitaciones frescas, ventiladas lejos de contactos eléctricos o llamas.

MEDIOS DE EXTINCION DE INCENDIO EN COCINAS:

            Como mencionamos habitualmente, la prevención es el primer y mas eficaz sistema contra incendio, por ello debemos tener “ojo avizor” en minimizar los riesgos.    La capacitación y concienciación del personal del área es la siguiente herramienta con la que contaremos, tras el van los equipos de extinción mas o menos adecuados según la tipología del incendio.
            Los sistemas automáticos, tanto de “CO2”, sistema “K” o similares, ofrecen una solución en el área de cocción rociando elementos inocuos para el consumo humano sobre las llamas, habitualmente se complementan con un mecanismo de corte de gas y disparan por sobretemperatura o acción manual.
            Las Mantas Apagafuego son especialmente útiles en las cocinas además de económicas, extendidas sobre focos concentrados de fuego (por ejemplo sartenes en llamas) lo extinguen por asfixia, son muy útiles para envolver personas en llamas, deben estar accesibles y cerca de los fogones, figurando además su localización en los planos adjuntos al Plan de Emergencia.
            Los extintores portátiles, contienen a su vez CO2, agentes limpios o similares inocuos para el consumo humano deben hallarse lejos de las zonas de excesivo calor, accesibles y próximos a los fogones, figurando su localización en los planos adjuntos al Plan de Emergencia. Jamás utilizaremos polvos  polivalentes ABC o similares, puesto que no son aptos para el consumo humano y deberíamos tirar todos los alimentos expuestos y limpiar escrupulosamente toda el área, destinaremos estos equipos a las zonas de carga y descarga de vehículos donde es probable el incendio del motor de un vehiculo en ralentí o en los accesos a los comedores a los que protegen.                      Descartamos a su vez el uso de agua salvo ocasiones muy concretas o vaporizada, pues corremos el riesgo de extender más aun el fuego si este involucra combustibles líquidos (por ejemplo grasas o aceites) de todas formas tendremos presente cortar la electricidad si fuere el caso para evitar accidentes de electrocución, por ello además de ubicar la situación de los B.I.E.s en los planos adjuntos al Plan de Emergencia señalaremos e identificaremos la localización del interruptor general de la zona.

            En las cocinas debemos ser muy cuidadosos puesto que el fuego encuentra la facilidad para cobrar grandes dimensiones, suelen estar contiguas a zonas del hotel muy pobladas como son los comedores y próximas a los depósitos de gas a los que dedicaremos un artículo en otra ocasión.

PLAN DE EMERGENCIA DE INCENDIOS PARA HOTELES TIPO RESORT


 A la hora de ponernos al frente de la seguridad contra incendios de un hotel debemos tener presente de que nuestro margen de reacción es bastante pequeño, la edificación ya está hecha, a menudo siguiendo más criterios estéticos y económicos que de seguridad, por lo tanto la mayor parte de las instalaciones o mejoras que pudieran ayudarnos sería muy costoso llevarlas a cabo, más aun a pesar de ello, podemos  emprender nuestra tarea consiguiendo crear un ambiente seguro a nuestro alrededor.

            Cuando se produce un incendio, aunque podamos extinguirlo de forma eficaz y exitosa ya realmente ha habido un fracaso, por pequeño haya sido el conato, fallo la fundamental de las herramientas contra incendio “la prevención” nuestra principal atención ha de estar en todo aquello que pueda producir o propagar fuego, no solo con medios técnicos, si no y sobre todo en concienciar y facilitar información a nuestros huéspedes y compañeros; prácticas y conductas que a menudo habituales son el principio de toda catástrofe; para ello nos valdremos de letreros en las áreas de riesgos especiales, consignas tras la puertas de las habitaciones y formación específica de cada empleado para crear en su puesto de trabajo un entorno seguro velando cada cual por los riesgos que acechan a nuestro alrededor y dándole uso al “sentido común”.

           La prevención es también la herramienta que puede ayudarnos a enfrentarnos al fuego una vez producido, llevamos muchos años estudiando el fuego como para no saber como se desarrolla, que ayuda o dificulta su aparición y desarrollo,  gracias a la prevención contaremos con un plan de emergencia que nos dictará los pasos a seguir ante la crisis, gracias a la prevención nuestro personal estará capacitado para enfrentarse al incendio de una forma eficaz y segura, gracias a la prevención habrá medios suficientes y en perfecto estado en las áreas de especial riesgo, en definitiva deberemos tenerlo todo previsto si queremos tener éxito en esta lucha.


            Aceptando, que ya tenemos un conato entre manos, la siguiente premisa a tener en cuenta es la transmisión de la información,  todo gran incendio comenzó por uno pequeñito y fue el tiempo el que permitió que se desarrollara hasta cobrar magnitud suficiente, por ello es importante no permitirle cobrar esa ventaja, debemos contar con medios (detectores, sistemas de alarma, etc.), protocolos de actuación, realización de simulacros, que nos permitan reducir al mínimo el tiempo de reacción ante cualquier conato.

            También debemos tener presente dotar a nuestro establecimiento de medios suficientes y sobre todo estratégicamente ubicados que junto con la preparación de todo el personal permitan a cualquier empleado valorar y actuar frente a ese pequeño fuego de una forma eficaz y segura, un consejo para ello sería estudiar concienzudamente aquellas zonas de riesgo equipándolas de los medios adecuados para sus características (medios automáticos o no).

            Una vez desarrollada la crisis, es importante empezar minimizando perdidas, la primera la vida, dispondremos por todas las instalaciones suficiente iluminación de emergencia, señalización de rutas de escape, esquemas, recomendaciones, señales lumínico-acústicas, protocolos y preparación de equipo humano para garantizar la evacuación de todas las personas innecesarias de la zona en riesgo.
         Otra cuestión a tener presente antes de luchar contra el fuego es la tranquilidad, la histeria suele tener catastróficas consecuencias, la capacitación y previsión nos ayuda a conseguir esta paz de espíritu.     Primero analicemos la situación identifiquemos lo que ocurre exactamente, identifiquemos el tipo de fuego y los riesgos aledaños para saber como atacarlo sin correr excesivos riesgos.
    Por ejemplo. Si es en una cocina lo principal sería cerrar el suministro de gas, si es un combustible líquido puede ser más eficaz simplemente cubrir el recipiente con una tapa o manta apaga fuego, si vamos a usar agua deberemos cortar la electricidad de la zona, por lo cual contaremos con iluminación complementaria de ser precisa, si estamos en un área de alimentación o equipos electrónicos puede ser mas aconsejable el uso de CO2 para no dañarlos, si por el contrario estamos en el exterior puede que el viento disperse el gas del extintor siendo más útil el polvo químico, son muchas las cosas que deberemos tener previstas antes de aproximarnos al fuego y poco juego nos queda para la improvisación.

   Como vemos, la “prevención” vuelve a ser la herramienta indispensable frente a esta o cualquier otra crisis, herramienta que plasmaremos en un documento, piedra angular de la seguridad de nuestro hotel el “PLAN DE EMERGENCIA CONTRAINCENDIOS”, en el recopilaremos todo lo que tenga que ver con el fuego en el hotel, documento que actualizaremos constantemente para mantenerlo en vigor y será conocido por todos aquellos involucrados en la seguridad contra el fuego. 

El Plan de Emergencia pretenderá que cualquier actuación de la que pueda derivarse lesiones para las personas, daños a las instalaciones, interrupción de las actividades o degradación del medio ambiente, tenga los menores efectos posibles sobre todos ellos.

El proceso de creación de un Plan de Emergencia supone:

1.- La identificación y la evaluación de los riesgos potenciales posibles.
2.- El inventario de los medios de protección existentes.
3.- El establecimiento de la organización más adecuada de las personas que deben intervenir, definiendo las funciones a desarrollar por cada una de ellas en el transcurso de las diferentes emergencias posibles, estableciendo la línea de mando y el procedimiento para iniciar las actuaciones cuando se produzca la alarma.
4.- Y por último, la Implantación del Plan de Emergencia, esto es, su divulgación general entre los empleados.

Lo dividiremos en los siguientes apartados.

 -Documento número 1: EVALUACIÓN DEL RIESGO.
Enuncia y valora las condiciones de riesgo de los edificios e instalaciones en relación con los medios disponibles.
 -Documento número 2: MEDIOS DE PROTECCIÓN.
Determina los medios materiales disponibles.
 -Documento número 3: PLAN DE EMERGENCIA.
Se definen los diferentes equipos y sus funciones, así como los Planes de Actuación para cada uno de ellos y las condiciones de uso y mantenimiento de las instalaciones.
 -Documento número 4: IMPLANTACIÓN.
Consiste en el ejercicio de divulgación general del Plan, realización de la formación específica, así como su revisión cuando proceda.
-Documento número 5: PLANOS Y ESQUEMAS.
Conjunto de planos y esquemas de situación de todo aquel material relacionado con el Plan de Emergencia así como de distribución General del Hotel Salidas de Emergencia y Plano de Situación.

Se considera que las situaciones más destructivas y desgraciadamente, las más frecuentes, son los incendios. También se considera que si el edificio está adecuadamente preparado para hacer frente a un incendio, será posible adaptarlo para hacer frente a cualquier otro tipo de Emergencia. En la práctica, la mayor parte de los Planes de Emergencia se basan en estos criterios.   Su efectividad dependerá del interés que pongamos en su Implantación, así como del grado de conocimiento que de la Organización de Emergencia, Línea de Mando y Procedimientos Operativos incluidos en el mismo, tengan tanto las personas involucradas como todo el personal de la Empresa.

            Este Plan deberá estar especialmente adaptado a las condiciones y medios disponibles en su establecimiento en la actualidad, por ello, para mantener su vigencia, es necesario adaptarlo en la medida que haya cambios que lo afecten, sea en la organización del plan, nuevos medios o riesgos.

 -OBJETIVOS Y FINALIDAD:

El Plan de Emergencia pretende conseguir que cualquier incidente que pueda afectar a nuestras instalaciones tenga una influencia mínima o nula sobre:
1.- Las personas (clientes, proveedores y empleados).
2.- Las propias instalaciones.
3.- La continuidad de las actividades.

Para conseguirlo, debe lograrse la coordinación, en caso de Emergencia, de las personas que puedan ser afectadas por la misma y de los medios de protección existentes, de tal manera que se usen eficazmente para lograr:

1.- Una rápida evacuación de las dependencias.
2.- La extinción del incendio.
3.- La limitación de los daños materiales, por medio de:
a) El conocimiento del edificio y de sus instalaciones, la peligrosidad de los      distintos sectores y los medios de protección disponibles.
b) Garantizar la fiabilidad de todos los medios de protección y las instalaciones generales.
c) Evitar las causas origen de las Emergencias.
d) Disponer de personas organizadas, formadas y adiestradas que garanticen rapidez y eficacia en las actuaciones a emprender para el control de las Emergencias.
e) Tener informados a todo el personal de la institución de cómo deben actuar ante una Emergencia y en condiciones normales para su prevención.

La confección y desarrollo del “plan de emergencia” supone un gran esfuerzo tanto por parte de la organización del hotel como por nosotros mismos pero nos ayudará a mantener nuestro establecimiento seguro.    Cuenten con nuestra colaboración y experiencia para desarrollarlo.

            Poco más por ahora.          Esperamos comentarios, experiencias y sugerencias para completar este escrito en sucesivas publicaciones.